Hoy reproducimos el escrito que nuestro obispo D.Jesus Garcia Burrillo nos dirije con motivo de la Navidad:
Kontakion es una palabra griega que designa la pequeña madera circular alrededor de la
cual se enrollaba el pergamino sobre el que se escribía un texto, por ejemplo, un himno
o un poema.
Romano el cantor era un diácono nacido en Siria a finales del siglo V, que escribió
“mil” poemas, con uno de los cuales yo deseo felicitaros este año la Navidad:
Hoy la Virgen da a luz al Sobrenatural,
y la tierra una cueva
ofrece al Inalcanzable.
Los ángeles con los pastores
cantan la gloria,
y los Magos por una estrella son conducidos.
Para nosotros ha nacido
un nuevo Niño,
el Dios anterior a los siglos.
La navidad este año nos encuentra en medio de profunda crisis. Crisis social, por el
disgusto que nos crean las disposiciones que afectan a la economía; crisis económica,
porque la economía es la causa del disgusto social; y crisis moral, que está en la base del
gran desajuste general: corrupción, desigualdad, capitalismo salvaje.
Sin embargo, la navidad nos recibe también en el Año de la Fe. Nos lo ha propuesto el
Papa para la Iglesia universal. Y nosotros, en Ávila, lo inauguramos el día de la Santa
con gran solemnidad.
Yo os invito a todos los abulenses a vivir esta navidad con un plus de fe, superior al de
otros años: a recuperar la fe quienes la hayáis perdido o estéis en trance de perderla; y a
aumentarla quienes la viváis de modo ordinario.
Cuando cantamos o recitamos “¡el Verbo se hizo carne!”, (“hoy la Virgen da a luz al
Sobrenatural” dice Romano el cantor), lo haremos sabiendo y experimentando en el
alma que Dios está en el corazón de cada ser humano, y por consiguiente en el alma de
la sociedad doliente.
Este acto de fe en el Dios con nosotros nos llevará a vivir nuestra propia encarnación en
los demás. La fe está íntimamente unida al amor. Sin las obras la fe está muerta. Sin
compartir nuestra economía con los más pobres, la fe no es creíble. No estamos solos en
el mundo. La suerte de la globalidad depende de la suerte de cada uno. Vinculémonos
sustancialmente a los demás. Ayudemos a quienes más lo necesitan. Así, sus alegrías y
sus penas serán las nuestras, sus gozos y tristezas serán compartidos. Ya no podremos
considerar nuestro “yo” si no es transformado en un “nosotros”.
Siguiendo la invitación de Romano, ofrezcamos en este Año de la Fe una cueva al
Inalcanzable y seremos alcanzados por Él, transformados en un ente común. Cantemos
la gloria con los ángeles y los pastores y dejémonos conducir junto con los Magos por la
estrella que nos guía hasta el Niño. Él es la fuente de nuestra regeneración personal y
social. ¡Renazcamos también nosotros con el Niño a una vida nueva! ¡Feliz Navidad!
http://diocesisdeavila.blogspot.com.es/2012/12/himno-la-navidad.html
