La primera procesión de la Semana Santa abulense partió de La Santa con las imágenes del Santísimo Cristo de los Afligidos y Nuestra Señora de la Paz para recorrer las calles de Ávila en la compañía del anochecer
El anochecer fue un nuevo compañero en la procesión del Via Matris, el desfile procesional que abre la Semana Santa de Ávila en el Viernes de Dolores en un año en el que además se estrena el título de Interés Turístico Internacional. Todo un incentivo para que las cofradías mejoren ante la esperada llegada de nuevos visitantes.
Como siempre se mantuvo la solemnidad que caracteriza a esta procesión que continúa con las características que la hacen única, comenzando con los cofrades que visten su traje monacal y cruces de madera y desfilan, en la mayoría de los casos, a cara descubierta.
Ellos son los que forman el acompañamiento al que es el único paso que forma parte de esta procesión, el compuesto por el Santísimo Cristo de los Afligidos, con la peculiaridad de ser una talla en inclinación, y Nuestra Señora de la Paz. Un conjunto que viene a reflejar el camino de dolor que vive una madre ante la muerte de su hijo.
Según explicaban desde la cofradía este año se vivió una novedad y es que los cofrades entraron a la iglesia de La Santa antes de la misa en procesión. Después se asistió a la eucaristía donde se realizaron las dos primeras lecturas de las siete que recuerdan el camino que la Virgen recorrió durante la Pasión de su hijo Jesús. Tras escuchar las lecturas se abrieron las puertas de La Santa para comenzar la procesión, con la salida de los cofrades y el cuidado con el que cada año se saca el paso bajo las órdenes de «poquito a poco» y «despacito, todos por igual».
Órdenes para asegurar la seguridad de un paso que tras atravesar las puertas del templo comenzó su discurrir por las calles de Ávila comenzando con la subida por El Rastro, uno de los mejores lugares para ver la comitiva, que estuvo acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo a la Columna ‘El Amarrado’.
La procesión continuó su camino con una nueva parada prevista en El Chico para las siguientes lecturas y volver a La Santa, para concluir el desfile procesional.
En este camino, según explicaban desde la Cofradía, se esperaba que participaran ocho internas de Brieva, puesto que son hermanas honoríficas de esta cofradía, otra circunstancia que les hace únicos.
Este año, junto al prior de La Santa, David Jiménez, y otros religiosos, se contó con la presencia de Alberto Plaza, teniente de alcalde de Servicios al Ciudadano, y Sonsoles Sánchez Reyes, teniente de alcalde de Cultura.
